martes, 29 de diciembre de 2015

Lemmy Kilmister, 1945 - 2015

Hoy es un día realmente triste. Lemmy ha sido el héroe imbatible del rock al que nadie podía imaginarse decir adiós. Esa opción no existía con Lemmy, su mirada desidiosa y su sonrisa de lado parecían no tener fecha de caducidad. 
Yo no me he despedido de él hoy, sólo he escuchado un puñado de canciones de Motörhead y me he puesto su camiseta para acordarme más que nunca de él. 
Y he llorado, porque cuando los héroes se van, a los mortales se nos muere un trocito de esperanza.

Gracias por todo. Descansa en paz, Lemmy.



domingo, 20 de diciembre de 2015

Los mejores momentos de The L Word (1ª temporada)

¡Hola a todos! Después de varios meses, este blog despierta del coma y vuelve a las mejores pantallas, las vuestras. Gracias por leerme, que sé que sois pocos pero, los que sois, ahí estáis siempre. Han pasado cosas importantes desde mi última actualización, entre ellas que por el momento estoy viviendo en Madrid y que trabajo entre libros, como siempre quise. ¿El futuro? Y quién lo sabe.
Otra de las grandes decisiones de los últimos meses fue volver a ver las seis temporadas de mi serie favorita junto a Sons of Anarchy, la maravillosa e inolvidable The L Word. De momento he visto la primera, porque tengo que compaginarla con otras cuantas (también tengo pendiente una entrada para la desternillante Scream Queens).

Se me ha ocurrido hacer un repaso de las mejores escenas y los momentos más memorables, porque no puede negarse que los hay a cascoporro, y creo honestamente que jamás encontraré una serie que me marque y me emocione como lo hizo esta. Para quien no haya visto la serie, pues L (así la llamaron en España) comenzó en 2004 y finalizó en 2009, y trata sobre la vida de un grupo de lesbianas de Los Ángeles, sus relaciones y su día a día tanto en el terreno personal como profesional. La trama se desarrolla durante seis temporadas, y todo empieza cuando en el primer episodio, Jenny Schecter (Mia Kirshner), a la cual podemos considerar el personaje central de la serie, llega a Los Angeles para reencontrarte con su novio, Tim, y cumplir su sueño de ser escritora. Por hacer un pequeño y rápido esquema de los personajes principales que encontramos al principio de la serie, decir que Tim es vecino de Bette y de Tina, entre cuyas amigas encontramos a Alice (periodista bisexual), Dana (tenista profesional en el armario), Marina (la dueña del Planet, donde siempre se reúnen), Shane (de profesión conquistadora y peluquera) y Kit, la hermana mayor rebelde de Bette.

Cutrefoto a lo Superpop encontrada en google que nos ayudará
a hacernos a la idea del panorama inicial

Bien, pues si metemos a toda esta peña en una coctelera sale lo que sale. Lo que sale, por si no os lo había dicho, es magnífico.
Intentaré no hacer spoilers, pero igual cae alguno pequeñito si no habéis visto la serie.

Mi recuento de momentos favoritos de la primera temporada podría comenzar con uno extraído directamente del primer capítulo. Resulta que la tierna Jenny y la ofensivamente atractiva Marina se conocen y, durante una conversación literaria de lo más interesante en una fiesta en casa de Bette y Tina, comienzan a saltar tantas chispas que Alice, que está sentada entre ellas en el sofá, tiene que salir por miedo a que su camiseta de licra comience a arder (¿he dicho ya que la serie es de los 2000s, ¿no?). Me apetecía hacer la coña y ya la he hecho. Ni siquiera sé si la camiseta de Alice era de licra, aunque seguro que lo era. Eran los 2000s. Después de este bochornoso chiste, seguimos.
Digamos que la cosa prometía, y no voy a desvelar lo que pasa, pero Jenny y Marina son un combo brutal en esta serie, y aunque Alice no ardió, las que ardieron un poco fueron ellas. Descubridlo vosotros mismos, este es un blog libre de spoiler.

Vaya, se me escapó...
Habéis tenido diez años para ver la serie, así que lo siento si se me escapan más...

Bette y Kit no tienen una relación demasiado estrecha al principio de la serie porque Kit es un poco bala perdida (y en proceso de ser ex alcohólica) y Bette está un poco hasta las pel... arices. Pero cuando Kit tiene que actuar como la hermana mayor que es, lo hace, y da unos consejos que son para enmarcar. Tras discutir con Tina, Bette corre a su hermana y el resto de la humanidad es testigo de unas palabras que no tienen precio:



"There's only one thing that cuts across all our realities. It's love. The bridge between all our differences. And you have so much love in your life. Why are you trying to tear down that bridge, why?



Bette es la directora del CAC (Centro de Arte de California), y no sólo es una apasionada del arte, sino de todo lo que hace en su vida. Ante la aparición de unos cuantos problemas con una colección llamada "Provocaciones", la cual ella defiende a capa y espada, decide presentarse en el hotel en el que se aloja la millonaria Peggy Peabody, de la fundación Peabody, aprovechándose de una confusión por parte de ésta. La conversación que mantienen (o más bien, el monólogo loco de la Peabody) es tronchante, pero no es ahí a donde quiero ir a parar. Bueno, paro sólo para meter un gif.



Ya está. El caso es que, pasada la confusión, Peggy descubre en realidad quién es Bette y lo que necesita. Ambas congenian, beben zumo de mango con vodka y hablan durante horas. Todo termina con Bette alucinando pepinillos cuando Peggy le enseña una foto original de Carla Marie Freed, una artista dedicada a fotografiar a la misma mujer durante doce años. Ahí conocemos a la verdadera Bette, la Bette llena de pasión por la belleza y por el arte que se rinde y llora como una cría ante la presencia abrumadora de una obra. Hablando sobre el misterio, la pasión y el ejercicio de mirar que hay entre fotógrafa y modelo, Bette rompe el cascarón y nos enseña que no es tan fría como la pintan. Sin duda, esta escena es una de mi favoritas de todos los tiempos.

"No te vuelvo a repetir que soy buena persona, ¡joder!"
Aunque Bette mola bastante, no puede negarse que las auténticas protagonistas de la primera temporada de L son Jenny y Marina, así que volvamos a ellas. En el tercer capítulo hay una de las escenas más emotivas protagonizadas por Jenny Schecter, y esto es lo que ocurre:

"I don't know what to do, every time I look at you, I feel so completely dismantled."

Y esto ocurría al comienzo de ese mismo capítulo:


Que sí, que es verdad que justo después, Jenny se arranca esa sudadera forroñosa que lleva en la primera imagen, pero no es por lujuria. Está completamente loca por Marina y ese gesto de "me entrego a ti" es uno de los más sinceros y tiernos que se le pueden ver a Jenny en toda la serie. Y ese abrazo, telita. Todo el mundo acabará odiando a Jenny antes o después, pero vamos a reconocer que es el personaje más completo de la serie con diferencia. 

Me gustaría mencionar también la escena en la que Jenny habla de lo inspirada que se siente en casa de Marina, "por cómo entra la luz por las ventanas", de esa forma tan tierna que nos hace pensar que es la persona más vulnerable del mundo, con ese matiz infantil que hasta te dan ganas de invitarla a tu casa. No sabe por qué se siente tan feliz mientras Tim está tan mal (yo sí), y Marina le dice que ella merece ser feliz. Es todo tan increíble en esta serie que nunca te acostumbras a que diez segundos después siempre se rompa la magia (bah venga, no siempre). 
No pensaba que la mayoría de mis escenas favoritas estuvieran protagonizadas por Jenny Schecter (¡Jenny Schecter!), y los que hayáis visto la serie entenderéis por qué, pero así es.



Esta entrada es un total caos y un batiburrillo de ideas que he ido anotando desde que recomencé a ver la serie, así que probablemente no se entienda nada si no se ha visto la serie, pero si la habéis visto sólo espero que lo paséis bien recordando bonitos momentos.

Tan bonitos como este
Vale, una de las cosas más graciosas que podemos ver en esta temporada es cómo Dana sale del armario frente a su gato Mr Piddles y luego le pregunta si aún la quiere. El gato ronronea sin parar cuando, de repente, alguien entra en casa de Dana. Lo que hace ella es taparse con el nórdico hasta la barbilla, algo que todos haríamos si alguien entrase en nuestra casa. Alice aparece claramente cabreada por la actitud de Dana hacia su propia sexualidad y porque esta no sale de la cama desde su ruptura con Lara. Entonces, le dice que ella SÍ tiene problemas de verdad.

"Some of us have it worse, you know, Dana. Some of us are dating lesbian men. Okay? C'mon."

JAJAJAJA
Te amamos, Alice. No puedo decir nada más. Bueno, sí que puedo. Dana y Alice son otro de los supercombos más tiernos y divertidos de la serie, y la relación entre ellas no para de mejorar capítulo a capítulo, dándonos momentazos inolvidables. Me callo porque no quiero spoilear aquí.



No he hablado aún de Super Sexy Shane. Shane es una conquistadora nata, que no mira ni hacia atrás ni hacia adelante, es la mejor amiga que puedes tener y la peor novia que puedes echarte (si es que eres capaz de conseguir esto último).

Shane pasa completamente de relaciones y va saltando de cama en cama. Las ataduras no son lo suyo, y ya en esta temporada ser tan mujeriega le trae consecuencias, como que uno de sus ligues (paréntesis para mostrar mi indignación por la gradual desaparición que está sufriendo esta palabra) se ponga a pegar carteles de ella por la ciudad y a repartir por la calle flyers con su cara mientras advierte a la gente de lo peligrosa que es.
¿Y qué le pasa a Shane al final de la temporada?

La lío parda
¿Lo queréis saber de verdad?
Shane se enamora.

Se enamora de una mujer mayor que ella, rica, caprichosa, con marido y una hija que a su vez se enamora de Shane. ¿Parece una broma de mal gusto, verdad? Lo es. La aventura dura un tiempo, hasta que todo el mundo se entera de todo y Cherie, la millonaria en cuestión, le espeta a Shane lo siguiente:
"What if, in the time we spent together, I felt more alive than I have in the last 20 years of my life? What if that were true? Do you think that I would leave my husband? My child, my houses in Bel Air and East Hampton, my trips to Paris? My black tie galas? To run to some rank little love nest, with a 25-year-old assistant hairdresser who barely has her foot in the door? In this fucking ugly world, that kind of love does not exist."
 En ese preciso instante, a todos se nos parte el corazón. Estamos contigo, Shane.



Podría seguir hasta el infinito comentando esta serie, y aún así me dejaría cosas. El resumen de la primera temporada terminaría aquí, pero antes, haré una selección de los mejores y peores personajes, dentro de mi opinión, de esta temporada. 

¿Cuáles son mis personajes favoritos?

Dentro de los personajes principales, me quedo con Marina. No puedo evitarlo. Ni quiero. Marina es el personaje al cual puedes odiar y puedes amar dentro de una misma escena. "The Demons that tempt me", que decía Jenny.


En cuanto a los personajes secundarios de esta temporada, creo que me quedaría con Ivan Aycock, al que conocemos en una noche de drag kings en el Planet para luego quedarse en la serie durante unos cuantos capítulos. La compleja relación que mantiene con Kit se convierte en una de las tramas más interesantes de la primera y segunda temporada.


En cuanto a mis personajes más detestados, puedo decir que Tim es el más odiado dentro de los principales. Vale que te traes a tu novia a Los Ángeles y te pone los cuernos, vale que estás herido en tu orgullo de machito pero, Tim, tienes que saber que tu manera de actuar y de dirigirte a tu ex deja bastante que desear y lo único que has hecho es dejarnos comprobar que en realidad eres un capullo y un engreído de mil demonios. Hay cosas que no deberían hacerse, por muy dolido que estés.


Otro personaje totalmente imprescindible (ahora matizo esto) en esta primera temporada, aunque odiado por mí, es Candace Jewell. La relación de Bette y Tina no pasa por su mejor momento, y aparece de la nada en el CAC una carpintera bastante más manitas de lo necesario. Tina y Bette son "LA PAREJA" por excelencia en esta serie, no hay nada que no puedan superar juntas. Ahora bien, una infidelidad es algo que aporta a esta pareja un plus de "no te confíes, en esta serie nadie sale de rositas". Candace nos enseña a todos, además, que es posible tener sexo con alguien sin ni siquiera tocarle. 
A mi me gustan mucho Bette y Tina. Por eso te odio mucho, Candace. Pero mucho.

Creo que no me dejo nada en el tintero. Ahora mismo me voy del sofá a mi habitación a seguir disfrutando de mi domingo empezando la segunda temporada de L. Os invito a acompañarme.

Gracias por leerme. 
¡Seguid haciéndolo!


domingo, 20 de septiembre de 2015

Aburrimiento nivel 100

Este debe de haber sido el domingo más tedioso y largo de la historia de mi vida. Catarrazo mortal, manta y pelis es la forma de definir mi fin de semana en general. Son las diez de la noche y no sé me ocurre qué más hacer. Me quedan como tres semanas de libertad antes de zambullirme de lleno en el deprimente mundo de la búsqueda interminable e infructuosa de trabajo y hasta entonces, quiero dar rienda suelta a un total disfrute del ocio más abrumador. He pasado el verano detrás de un mostrador de hotel sonriendo a personas que se merecerían un japo del tamaño de Albacete en toda la cara, no voy a tener vacaciones y me parece dabuten (qué bonita palabra noventera que se ha perdido), pero no por eso voy a evitar un poquito de aburrimiento premeditado. Y en ello estoy. Me siento ridícula e incluso abochornada por la entrada que voy a escribir, y supongo que eso está bien. Eso está dabuten. ¡Ey! Dabuten.
¿Os acordáis de aquellas cadenas estúpidas de emails que petaban las bandejas de entrada antes de que la gente tuviera una página en Facebook donde poner todas sus chorradas sin amargar a los demás, o al menos no tanto? Normalmente eran cosas tipo "manda este email a veinte personas si no quieres que esta foquita indefensa muera ahora mismo" (y adjuntaban la foto de una foca bebé supermona) y cosas así como muy apocalípticas. Sin embargo, de vez en cuando llegaban cuestionarios de todo tipo. ¡Sí, cuestionarios! ¿Quién es tu hombre ideal? ¿Cuál es tu fantasía sexual favorita? ¿Te depilas con cera o con cuchilla? Buf, aquello era un no parar jajaja. He de confesar que de adolescente me entretenía mucho rellenar toda aquella basura cibernética y mandarla a mis amigos más cercanos y no tan cercanos (recordemos que de aquella teníamos agregados en el Messenger hasta a los primos hermanos de la cuñada del primo de la amiga de tu hermana, que eran super colegas nuestros, hablábamos con ellos por Messenger pero luego ni les saludábamos por la calle). Digamos que me entretenía haciendo cualquier cosa que no fuera estudiar, vamos a dejar las cosas claras. He encontrado en Tumblr un cuestionario que voy a responder aquí mismo. Así, porque me apetece y punto. No me lancéis piedras antes de tiempo, porque no son preguntas demasiado absurdas, se trata de un cuestionario musical, por seguir un poco con la temática principal del blog. Me queda todavía mínimo una hora y media para que sea una hora mínimamente decente de acostarme, así que venga, allá vamos.

1. Una canción que te haga sentir feliz: "Ni tu ni nadie", de Alaska y Dinarama. Mi canción favorita de todos los tiempos.

2. Una canción que te haga sentir triste: "The last day of Summer", de The Cure. 

3. Una canción que te da confianza (ya empezamos con las preguntas bobas, a eso veníamos): "Strangers Yesterday", de Doro Pesch

4. Una canción que te hace enfadarte: cualquiera de Pantera me hace poner la misma cara que Phil Anselmo al cantarlas, pero por decir una, "5 Minutes Alone". Grandes.

5. Una canción que te pone cursi: no sé si cursi es la palabra (probablemente no, ¿quién redacta estas cosas?), pero "Loud Music" de Michelle Branch me pone el corazón directamente a sonreír.

6. Una canción que te trae malos recuerdos: "Miedo" de Dikers, por lo que representa la canción en sí. De todas formas, no son exactamente malos recuerdos, más bien intensos.

7. Una canción que te alegra demasiado: ¿Cómo de demasiado exactamente? "Sleeping in my car" de Roxette, y otras de ellos, pero sobre todo ésta.

8. Una canción que te hace llorar: "Si no estás", de Belén Arjona. También "Pensando en ti" de Mägo de Oz, pero como es una versión mejor pongo la primera.

9. Una canción que te parece aburrida: Cualquier moñada de Manolo García o cualquiera de Joaquín Sabina. No me los acerques ni con un palo.

10. Una canción que te hace reflexionar: "Allí estaremos", de Gritando en Silencio. 

11. Una canción de la que te cansaste de tanto escucharla: todos odiamos y todos amamos "I Don't Want To Miss A Thing" de Aerosmith por lo mismo, y eso es así. Y todos la cantamos cuando vemos La cosa más dulce, eso también.

12. Una canción que te encanta: "Prowler", la primera canción del primer disco de los Maiden.

13. Una canción que odias: "Another One Bites The Dust", de Queen.

14. Una canción que te haga bailar: ¡qué fácil! Hay muchas, una de ellas es ésta. 

15. Una canción que te haga cantar: no digo "Fiesta Pagana" de Mägo de Oz porque si no habrá alguien que quiera escupirme, pero digo "Molinos de Viento" que también me hace venirme arriba.

16. Una canción que no puedes sacarte de la cabeza: Hay muchas muchísimas, pero digo "Nacidos para dominar" de Parálisis Permanente porque es una de mis favoritas y aún ni la había mencionado.

17. Tu canción favorita: Habiendo mencionado a Alaska y a Parálisis, me quedaría con "Stargazer" de Rainbow, por mencionar una de tantas.

18. La última canción que escuchaste: "A Day", de Clan of Xymox.

19. ¿Estás escuchando alguna canción ahora? ¿Cuál? Ahora mismo "Melody Lane" del último disco de Uncle Acid. Muy enganchada a estos tipos, eh.

20. Una canción que todos deberían escuchar: "Stairway to Heaven" de Led Zeppelin versionada por Heart.

21. Una canción con la que tengas una historia: "I wanna be your dog" de los Stooges. Y vaya historia.

22. La canción que más veces has escuchado: si no contamos a Alaska, probablemente haya sido "Kozmic Blues" de Janis Joplin. Otra de mis más favoritas de la historia.

¡Y se acabó! Seguramente se me hayan olvidado canciones imprescindibles, pero creo que he respondido bastante bien a todo. Me he entretenido una horita y pico y ya puedo decir que he terminado mi domingo habiendo retrocedido diez años en el tiempo. Ser adolescente no estaba tan mal al fin y al cabo. 

sábado, 19 de septiembre de 2015

Los 80 no están muertos, están de parranda

Debería darme vergüenza haber dejado pasar tres meses desde la inauguración de la sección favorita de todos en este blog (la favorita de todos, lo digo yo y punto). Pero no sufráis, el ochentamizer ha vuelto, amigos. Bien, tontadas aparte, hacía bastante que no escribía por aquí y, dado que llevo un verano (¿o vida?) muy ochentero, creo que esta es una buena sección para retomar el hábito. Además, tengo que aliviar mi frustración por no haber encontrado mi talla de la camiseta que pone 80's girl del Pull&Bear. Fuck.
Ah, si queréis visitar la primera parte de la sección, es aquí.

Pues eso. ¿A quién ochentamizamos hoy? ¿A Kiko Rivera? ¿A Mariló Montero? ¿A Bustamante? ¡Qué fácil! 

Bien, una vez hecha la obligada referencia a Alaska, proseguimos. Hay que elegir a un personaje actual, y no puedo resistirme a elegir a alguno de la que, en la actualidad, es una de mis series favoritas, Sense8, de la que ansiosamente espero una segunda temporada. No me enganchaba tanto a una serie desde Sons of Anarchy, de verdad, qué maravilla. La serie trata la historia de ocho desconocidos de diferentes partes del mundo que están mentalmente (y poco a poco, emocionalmente) conectados porque todos han presenciado mediante visiones la muerte de una misteriosa mujer. La verdad es que al principio es todo raro de c..., pero vaya si engancha.

Sin duda mi personaje favorito de la serie es Nomi Marks (interpretada por Jamie Clayton), una mujer transexual que vive en San Francisco con su novia Amanita. Es bloguera política y hacker o "hacktivist", como a ella le gusta llamarse. Uno de los personajes más totales que he visto en una serie: Nomi es tenaz, dulce, valiente, ingeniosa e insultantemente guapa e inteligente. 

Y para Nomi y Amanita va esta canción. No se las puede separar, forman el bollicombo televisivo más mágico del momento. Por lo geniales que son y por todo lo que tienen y significan la una para la otra y para todos los demás, "I'll Fight Hell To Hold You", de Kiss:
"For a long time, I was afraid to be who I am, because I was taught by my parents that there’s something wrong with someone like me. Something offensive, something you would avoid, maybe even pity. Something that you could never love.....I was afraid of this parade because I wanted so badly to be a part of it. So today, I’m marching for that part of me that was once too afraid to march. And for all the people who can’t march, the people living lives like I did… Today I march to remember that I’m not just a me, but I’m also a we. And we march with Pride." -NOMI MARKS


Mi segunda persona (aunque en cierto modo, es todo un personaje) a conectar con la década dorada es Aaron Goodwin, cámara, técnico, investigador y otras muchas cosas en Buscadores de Fantasmas (Ghost Adventures), uno de mis programas favoritos de todos los tiempos. En las primeras temporadas era un gordito simpático al que siempre le tocaba pringar (véase colocar cámaras, vigilar zonas, cantar nanas a niñas fantasma, etc) en los lugares más aterradores de los edificios... y después, pues lo mismo pero más esmirriado. 
Me la he puesto muy fácil, pero también es verdad que me apetecía poner esta canción y qué mejor momento que éste. Para ti, Aaron. No te atrevas a ir a solas... o sí, hazlo por nosotros.



Había quedado en conectar el presente con el pasado, NO SÓLO canciones, pero ¡es que es lo más divertido! Intentaré en próximas entregas no ser tan monotemática y sacar a relucir otras capas igual o más bochornosas que las pintas de los Kiss en los maravillosos años ochenta. 

¡Gracias por leerme!

miércoles, 26 de agosto de 2015

10 cosas que se fueron para no volver

Son muchos los momentos en los que nos decimos "¿te acuerdas de...?". A veces son instantes, recuerdos imborrables que pasan a la posteridad por lo que simbolizaron o por cuantísimo nos marcaron. Y otras veces recordamos no sólo momentos, sino cosas. Voy a decir "cosas" en general, porque esta entrada trata acerca de aquello que el tiempo nos arrebató, bien por quedar obsoleto o bien porque, simplemente, desapareció para siempre.

1. Cabinas telefónicas

Los teléfonos móviles irrumpieron en la vida de los mortales como una droga sigilosa y penetrante para nunca más irse. Desde entonces, somos una masa de autómatas pegados a un cacho de plástico, adictos incansables con dificultades para comportarnos como humanos más allá de nuestra pantallita brillante. Las cabinas de teléfono han ido extinguiéndose y ni siquiera nos hemos dado cuenta. Aún recuerdo la primera vez que viajé a Inglaterra y sólo podía comunicarme con mi familia con una sencilla tarjetita desde una de ellas, creyendo que aquello era toda una hazaña. La tecnología nos ha puesto las cosas terriblemente sencillas.


2. Canción del verano

Recuerdo aquel pegadizo temazo (cómo no lo voy a recordar si lo ponemos en todas las cenas) que decía "El verano ya llegó, ya llegó, ya llegó, y la fiesta comenzó, comenzó, comenzó...". Semejante mierda de letra te hacía venirte arriba hasta límites que a mis doce años, no sabía ni que existían. ¿Y ahora qué tenemos? ¿A Ylenia?


3. El Club Megatrix

Los niños y preadolescentes de mi generación siempre recordaremos ese maravilloso programa mañanero en el que se reponían incansablemente episodios de Oliver y Benji, Power Rangers o Pesadillas. Además, los presentadores (aunque en la última etapa los eliminaron y pasaban solamente series) eran de lo más ñoño y entrañable que te pudieras imaginar. También nos acordamos de su equivalente en T5, El Club Disney, que molaba algo menos aunque ponía seriazas como La banda del patio o Pepper Ann.


4. Cintas de gasolinera

Las cintas de cassete desaparecieron en la nada con la entrada de los discman (los cuales yo adoraba), que se extinguieron silenciosamente para dejar paso a las descargas ilegales y a los iPod. Aunque soy muy fan de estos dos últimos, añoro con lágrimas en los ojos aquellos días en los que ir a las gasolineras y bares de carretera con tus padres era mucho más divertido.



5. Columpios de puro hierro

Los niños de los 90 y décadas anteriores crecimos partiéndonos la crisma en esas mortales mini-atracciones que poblaban los parques de las ciudades y los pueblos. Ahora, los parques infantiles están enmoquetados con materiales antibacterias y los críos no tienen ni la más remota oportunidad de llenarse de mierda ni romperse nada. Las cosas se han vuelto muy aburridas.


 6. Pantalones Adidas con cremallera

Yo era adolescente cuando esos malditos pantalones empezaron a poblar el instituto. Además, en los institutos de pueblo la gente es muy aficionada a ir en chándal, haya educación física o no. Así que los Adidas con cremallera estaban muy de moda y los había de infinidad de colores. Ah, y si llevabas la cremallera cerrada, automáticamente te convertías en un pringado. Yo tuve tres.


7. La moneda de veinte duros

Esto es estúpido, porque la peseta desapareció, y aunque nos hubiéramos opuesto hubiera desaparecido igual. Es trágico igualmente, puesto que la moneda de veinte duros era un distintivo de poder, era algo terriblemente simbólico. Se crearon incluso las tiendas de veinte duros, ¡se llamaban así! ¿Y sabéis qué? También han desaparecido.
Sea como sea, si tenías veinte duros en el bolsillo te daba para comprarte veinte gominolas, una revista, o un tupperware. Eras súper poderoso con veinte duros en el bolsillo, te podías pasar toda la tarde en la calle y aún así, traerle la vuelta a tu madre.


8. La Baticao

Que yo sepa, hace algunos años que Colacao perdió la costumbre de mandar en sus cajas grandes una coctelera, batidora, o lo que sea que pueda batir esos polvos maléficos en leche fría (porque si no, ni Rita disuelve eso). Cada año era un diseño nuevo, algo megasorprendente. En verano toca beber esa deliciosa bebida a temperatura témpano, y qué mejor manera de hacerlo que teniendo un cacharro nuevo cada vez con el que poner la cocina como un bebedero de patos. Esos condenados chismes siempre tenían fugas.


9. Friends

Fueron diez intensos años los que esta estupenda serie estuvo en pantalla. Capítulos que te hacían reír y pensar en cómo te las apañarías para poder vivir esas súper aventuras con tus colegas en un pisito en el centro de Manhattan. Sea como sea, eran sueños bonitos y, aunque no vivamos como esos seis, hemos aprendido a pasarlo bien.



10. Puntero láser

Tenía preparada esta entrada desde hace dos días y justo hoy he visto a un niño con uno que me ha fastidiado el final. Hacía años que no veía uno, supongo que por fin los prohibirían (si es que alguna vez no lo estuvieron). Sea como sea, este objeto del diablo te permitía hacer el capullo a docenas de metros de distancia. Y lo mejor venía cuando ponías cualquiera de los cabezales extra, como el de la tía en pelotas. Que me perdonen esos amados lejanos vecinos, porque las noches que les daba eran para haber querido colgarme de un puente.



Me estoy dando cuenta de que últimamente sólo hago entradas con listas de cosas. Es más divertido de redactar y más divertido de leer, seguro. No me he podido aguantar, y como últimamente estoy más nostálgica de lo habitual, se me ha ocurrido esto. Crecer y madurar significa darte cuenta de lo que se queda atrás, y ni siquiera nos percatamos de ello. Digo crecer, pero lo mío es más lo de madurar. Crecer hace mucho que dejé de hacerlo (aunque estoy convencida de que crecí de estatura hasta bien entrada la época universitaria), pero madurar lo haces todos los días.
De esta lista echo de menos el Club Megatrix, creo que es lo que más extraño. Las mañanas de fin de semana pegada a la tele eran un cúmulo de ilusión y de fantasía aunque sólo te pusieran capítulos repetidos de todo. Lo seguiría viendo si aún estuviera en antena, estoy segura. Los niños y adolescentes son los grandes olvidados en la TV de hoy en día (eso suponiendo que la TV atienda las necesidades de alguien), y los chavales pasan de Pepa Pig a Hombres, Mujeres y Viceversa.
Doy gracias por haber pertenecido a la última generación valorada por los medios de comunicación. ¿¿¿¿Y qué ha sido de la Top Disney????


jueves, 13 de agosto de 2015

12 canciones que tienes que escuchar cuando echas de menos a alguien

A todos nos ha pasado. Alguien se va, de manera temporal o definitiva, a vivir a otra parte. O alguien se va de tu vida. Pierdes a alguien, sea como sea, y también tú te sientes perdido, sin saber muy bien cómo afrontar una ausencia que, definitiva o no, duele a horrores. Bueno, queridos lectores míos, lo que quiero en esta entrada es recopilar unas cuantas canciones que nos ayuden a pasar el mal trago de la distancia mejor. La mayoría son para animar el espíritu y un poco el esqueleto, aunque seguro que se me cuela alguna un poco (poco) lacrimógena. Espero que os ayude a evadiros un poco de la dura realidad.

1. I HATE MYSELF FOR LOVING YOU (Joan Jett & The Blackhearts)
Esta canción es perfecta para cuando tienes tal adicción a alguien que hasta llegas a odiarle por ello. Vas a tu bola pero, en realidad, no puedes negarte estar colgado. ¿Estás ahí o no estás? ¿En qué quedamos? I wanna walk but I run back to you...


2. SUPERNOVA (Skunk D.F.)
Si la distancia no puede con esa unión tan "cósmica" que tenéis, esta es tu canción (calidad de vídeo un tanto mierdera, aviso).


Estaba escrito en las estrellas, somos la misma materia, pertenecemos a la luz 
Que mi interior brilla al sentir, soy una supernova si tú estas aquí


3. NO ONE LIKE YOU (Scorpions)
Me he tenido que ir y es un asco que no estés aquí. Te echo de menos y sólo quiero volver a casa. 
Just imagine you'd come through this door
You'd take all my sorrow away


4. HOME (ZZ Ward)
Escucha esta canción si sabes que, por muy lejos que esté, volverá y será como volver a tener hogar.
The world could end today, the sun could just fall,
Here in this bed we've made, we're safe from it all


5. DUERME CONMIGO (Marea)
La poesía urbana de lija y terciopelo de Marea es muy clara, no hace falta comentar nada. La voz aguardentosa de Kutxi quita los males a cualquiera.

6. LONELY IS THE HARDEST (Suzi Quatro)
Esta balada habla de la soledad de los músicos cuando están de gira. Escúchala y siéntete una verdadera estrella del rock en tu miserable nostalgia.
Look out the window at the crowded streets below
Seems everybody has someplace to go
Look in the mirror with far away eyes

Cry in silence at a wasted life


7. SMILE (Avril Lavigne)
Avril, la eterna adolescente rebelde. Esta canción tiene un estribillo que te levanta del suelo y te hace pensar "¡sonríe, que ya queda menos!". La distancia no lo es todo. Gracias, Avril.

8. HELL IS LIVING WITHOUT YOU (Alice Cooper)
Alice sólo hay uno, y no hay ninguno tan intenso como él. Te subes por las paredes y el día a día se convierte en un infierno sin salida. Ese sentimiento es esta canción. Es un "joder, duele" que te hace sacar la garra.

9. I MISS THE MISERY (Halestorm)
Si echas de menos algo que en su día echaste de más, esta canción es para ti. Somos humanos, seres extraños que disfrutamos con el dolor y con todo lo que nos hace darnos cuenta de que somos vulnerables. 
I miss the rough sex, leaves me a mess,
I miss the feeling of pains in my chest!

Miss the phone calls when it's your fault,

I miss the late nights, don't miss you at all!


10. I AM YOURS (The Adicts)
Me enternece mucho cuando los grupos punk sacan su lado sensible. A veces, sólo a veces, la sencillez y la espontaneidad del género se aprovechan de otra manera y los músicos dejan aparcadas las guitarras machaconas, tocándonos la fibra con canciones tan bonitas como esta. 

11. YOU ALWAYS BELIEVED (In This Moment)
Cuando tienes lejos a una persona a la que debes y agradeces mucho, escuchar este tema puede animarte. Puede que no le tengas ahí, pero todo lo que ha hecho por ti os mantiene cerca.

12. SOMEONE TO LOVE (Frontline)
Una balada hardrockera para pingar un poco el moco no viene nunca mal. Nadie sabe expresar mejor la nostalgia que un melenudo, eso lo saben hasta en Marte.


Doce canciones que puede ayudar a pasar los malos ratos. Algunas te animarán y otras te acompañarán en tus melancólicas noches tirado en la cama comiéndote el techo, pero todas harán que te sientas un poquito menos solo. La música siempre hace eso. 

sábado, 1 de agosto de 2015

Little Expectations

No sé qué pensar del mundo en el que vivimos. Buscar sentido a los sucesos que manchan los telediarios cada día es casi una tarea imposible y además, intentar entenderlo es algo tan agotador que a veces no merece la pena ni intentarlo. El mundo es raro. No tenemos solución y no, señores de Aquarius, no, el ser humano no es extraordinario, los seres humanos somos un cúmulo de basura de aquí a Marte y lo único que hacemos es expandir un olor tan fétido que ni nosotros mismos nos aguantamos. El mundo es cada día más horrible, más violento y más peligroso. No tendría que ser así. Tendríamos que tener al alcance de la mano posibilidades como la de ser felices, millonarios, enfermar, dejar de fumar, ser infieles, casarnos ocho veces, escuchar música satánica, comer hasta ponernos ceporros, emborracharnos cada noche si queremos. Tendríamos que poder salir a la calle desnudos si nos diera la gana. Las posibilidades son infinitas. Pero es terrible que una de las múltiples opciones que tenemos al alcance sea salir a la calle y que un loco nos dé una paliza, escuchar la noticia de que un padre ha matado a sus dos hijos a menos de 300 km. de donde estás ahora mismo sentado mirando tu pantalla de ordenador, o que alguien muera por ser quien o como es, o que una madre tire a su hijo al contenedor. El mundo es un lugar singular, no hay duda.

Bien, no tenía pensado despotricar tanto. Dejo de hacerlo en 3, 2, 1... ¡ya!
No soy de las que tiene mucha fe en el hoy ni en el mañana, y eso no me gusta un pelo. Y voy a peor, no puedo evitarlo. Afortunadamente, sí que hay muchas cosas que me hacen tener un poquito de ilusión por lo que tenemos, lo que hacemos, cómo lo hacemos, o el legado que otros nos han dejado. Las personas podemos hacer también cosas buenas, dar al mundo un trozo de lo que mejor hacemos y dejarlo ahí, reposando, creciendo como si fueran pequeñas semillas que intentan poblar este pobre mundo nuestro de maravillas que, gracias a su ilusión, serán eternas. Se me ha ocurrido para esta entrada hacer una pequeña recopilación de algunos de estos momentos, cosas que para mí, hacen que merezca la pena andar vagando por éste nuestro planeta.
Ahí va una lista (no completa, ni mucho menos) de pequeñas cosas que me hacen feliz o que, simplemente, me hacen poner cara de lela y decir "wow..."

LAS MANOS DE BELA LUGOSI
Bela es y será siempre Drácula, no hay ningún otro como él. La figura del vampiro ha estado cargada de sexualidad en el cine durante décadas, pero antes de que Drácula se convirtiera en un sex symbol, Bela le había dado al conde un distinguido aire aristocrático, mucha clase y una de las presencias más imponentes de la historia del cine de terror.
Los movimientos que hacía con sus manos serían algo característico en la mayoría de sus películas.





EL CONCEPTO DE "MOVIDA MADRILEÑA"
No sé cómo fue ni lo que pasó durante aquellos años. Desgraciadamente, cuanto más leo y más documentales veo en relación a ello, más lejano e indescifrable me parece. Supongo que sólo los que lo vivieron pueden entender cómo pasó y por qué fue todo tan intenso. La creatividad brotaba hasta de las alcantarillas. Fuese lo que fuese, fue, y doy gracias por ello.

LOS CARNICEROS DEL NORTE
Corría el año 2007 (más o menos...) y yo era muy de Myspace, me encantaba Myspace. Luego, Facebook ganó terreno y todos los músicos se mudaron ahí, pero gracias a Myspace descubrí a algunos de los que hoy en día son mis grupos favoritos. Los Carniceros del Norte son uno de ellos. Postpunk, letras en español inspiradas en pelis de terror... poco más se puede pedir. Canciones que no dejan indiferente a nadie, originales, divertidas, emotivas otras, y el resto horripilantes. El Exorcista, El Resplandor, Carrie, Psicosis, Alucarda, El fantasma de la Ópera, Nosferatu... desde la primera canción a la última, idolatro a este grupo.

LAS MANOS DE STEVE HARRIS
Segundo par de manos de la lista. El bajista y lider de Iron Maiden es uno de esos músicos que me hipnotizan. Su manera de mover los dedos es tan impresionante que parece que sean de goma. Steve es uno de esos tipos de los que se puede decir la frase: "acaricia las cuerdas". Literalmente lo hace.

EL LIBRO COMO FORMATO
Si alguna vez el libro se extingue (que lo hará, al igual que el pergamino, los vinilos, las cintas de cassette o la canción del verano), yo me extinguiré con él.

EL TERROR
Es el género más importante de todos y uno de los pilares de mi existencia. Me da igual si viene en forma de película, canción, libro o bolsa de cheetos. De alguna manera tenemos que aprender que no somos tan valientes como nos creemos, y qué mejor forma que un "in your face" con sabor a sangre.

LOS SIMPSON
Son parte de mi vida, y de la de todos. Quien diga que no le gustan los Simpson, miente. La serie de televisión que nunca olvidaremos, si es que algún día llega a terminarse y no nos olvida ella a nosotros.


DUBLÍN
En este mundo un tanto apestoso quedan aún rincones que merecen la pena. Dublín es la ciudad a la que siempre quiero volver porque es donde más feliz he sido, donde mejor me lo he pasado y en la que he vivido los momentos más especiales de mi vida hasta hoy. Dublín es magia, y pase lo que pase estará ahí, esperando.

LA VOZ DE VINCENT PRICE
El maestro del terror. Qué digo, Vincent Price fue y será uno de los grandes genios de la historia del cine, de terror o no terror. Te echamos de menos.


CHERIE Y JOAN
Cherie Currie y Joan Jett formaron parte de The Runaways allá por finales de los 70. Me encanta el combo rodeado de magia que formaron estas dos pedazo de féminas. Treinta y cinco años después, muchas cosas han cambiado pero la leyenda sigue encendida. Para mí, las Runaways son casi una religión.


THE MUNSTERS
La familia más divertida de la televisión y para una servidora, la mejor serie de televisión de la historia. Siniestros pero desternillantes. 


Después de recopilar todas estas maravillas, he de reconocer que nuestro mundo no está tan mal, al fin y al cabo. Nos divierte destruir, eso es verdad. Pero si entre tanta basura esparcimos por el mundo genialidades como estas, puedo permitirme reconciliarme con él de vez en cuando. Fin del enfado.