viernes, 21 de septiembre de 2012

ch ch ch ch ch cherry bomb!


Hace ya seis meses que, armada de nervios y un poquito de incertidumbre, viajé a Estados Unidos por primera vez en mi vida. También espero que no sea la última, ya que aún me falta conocer el Gran Cañón y alquilar un Thunderbird a lo Thelma y Louise, beber whisky y conducir sin parar día y noche. De momento, el pequeño contacto con el país que tuve hace ya medio año me ayudó para saciar mi hambre, pero espero volver. Aprovecho el abandono al que he sometido a mi blog para volver con un pequeño homenaje a esas tres semanas que me pasé allí. Además, le debo esta actualización a alguien, que, a diferencia de mí, no cumple sus promesas (piensa en el patito cuando leas esto...).
Lo que voy a hacer es elegir mis veinte fotos favoritas del viaje y hablar un poquito de cada una. Ahí va.

Antes de empezar con las fotos de los viajes, primero tengo que hacer una paradita en la habitación 512. Allí me acogieron y me lo pasé muy muy bien, mucho. Gracias Irene por acogerme, y a la Rubia también, que es la que tuvo que compartir 90 centímetros de cama conmigo. Prosigamos....

Rock y comida forman una combinación ganadora. Me empeñé en que me llevaran al Hard Rock Cafe, y lo conseguí. Esta es en el de Filadelfia, pero aparte de ese fuimos al de Nueva York y al de Boston. Me gusta mucho la foto. Mi adicción a estos restaurantes llega a límites preocupantes, sólo me falta llorar de emoción al ver las guitarras colgadas por las paredes y las fotos firmadas. Aunque tengo que decir que el de Dublín les gana a los tres con sus fotos de las Spice Girls.


Siguiendo en el terreno gastronómico, no podía olvidarme de las riconudas fresas con chocolate del mercado de Filadelfia y los pastelitos de fresa. En mi vida he comido algo tan rico, y creo que las fotos reflejan el ansia y la gula del momento. Mmmmmmmm...


Aunque las fresas con chocolate tienen mucha fuerza, sin duda el rincón de Filadelfia con el que me quedo es la casa-museo de Poe. La guía era una fan-ática que nos narraba de memoria frases de sus cuentos y nos contaba secretos de cada rincón del lugar. Emocionante es la palabra que podría resumir aquella visita para una freak como yo. Bueno, emocionante y ruinosa, porque me dejé la mitad de los ahorros en la tienda de recuerdos. Mereció la pena.

Genial es la palabra de la habitación del hotel en el que pasamos los tres días en Filadelfia. Unas vistas preciosas de la ciudad, fantabulosas, inolvidables. Inolvidable también el filete volador...


Definitivamente, y siempre con permiso de Dublín, Salem es el lugar más mágico en el que he estado jamás. El misterio y las brujas parecen acecharte en cada esquina, sólo hay que caminar por sus calles para darse cuenta del encanto que tiene la ciudad. Además, el B&B de Flora puso la guinda a la visita, qué sitio tan maravilloso al que fuimos a parar....

Creo que este era mi rincón favorito de Salem (junto con la tienda de comics jajaja...) . La luna brillaba con una fuerza  increíble aquella noche. Me costó un buen rato que la foto quedara bien, pero al final lo conseguí. Seguramente había alguna fuerza sobrenatural que afectaba a la lente de mi cámara, como en Buscadores de Fantasmas juajua...Creo que me quedo con la versión nocturna, nunca olvidaré aquel paseo bajo las estrellas en esa ciudad tan maravillosa. Pasamos mucho frío y estábamos rotas de cansancio, pero mereció mucho la pena.
Ese fin de semana estuvimos en Boston también, aunque no hay grandes fotos debido a la inoportuna pochez que me asaltó estando allí :(

Montadas en segway nos vamos a.....
Las vistas eran abominablemente bellas
....¡NUEVA YORK! 
He de decir que, aunque no me iría a vivir allí, Nueva York tiene algo que engancha, es impresionante. Las fotos de arriba están hechas desde lo alto del Empire State, y aunque tuvimos un buen rato de cola fue absolutamente genial. Las fotos no hacen justicia a lo sobrecogedor que fue estar allí arriba, en serio. Lo que brilla tanto en la primera foto es Times Square, o eso me dijeron. Aquí está desde otro ángulo:

Definitivamente, la mejor foto de todo el viaje. 
El viaje en barco de vuelta de la Estatua de la Libertad me provocó una divertida bajada de tensión que alivié con una coca-cola y una rica hamburguesa del Burger King. Así se solucionan la mayor parte de los problemas de la vida, está muy claro.
Caras de descomposición después de comer el brezel del mal
Veo, veo, ¿qué ves?
¡Patos-surf a la vista!
Tengo que hacerme un poster con esta foto...
Cocosidad del Averno
El día de mi vuelta a España pasamos un trocito de la mañana, antes de la odisea de viaje al aeropuerto, en Central Park. Aunque sólo vi una pequeña parte porque aquello es bastante más grande de lo que me imaginaba, me bastó para encontrar un trozo del infierno escondido en sus profundidades. Y olía a pis. A mi izquierda, la Rubia posando como Virgen de la leche. Encantadora.
Que os iba a decir yo....eh....llamadme esnob si queréis, pero me compré un ipod en la Apple Store de Nueva York. Soy guay a maza, ¿sí o qué?

Y mientras, en algún lugar de Norteamérica, una joven contemplaba obnubilada los encantos de la Madre Naturaleza...
¡Foto tuenti Thelma!
 Aquí termina mi pequeño recorrido por mis recuerdos de los USA. Lo de veinte fotos era un decir, claramente. Eso no es más que un reflejo minúsculo de todo lo que pasó allí, pero servirá para cumplir mi promesa y saldar viejas deudas. Fui, vi, volví, pero no vencí. A ver para la próxima.